Amor cortés
El amor cortés transforma radicalmente las ideas del amor, la concepción del amor y la forma de vivirlo. También transforma la concepción de dama y la visión de la mujer.
Lo que se ha venido a llamar «amor absoluto» o «amor romántico» viene de ahí, de la tradición del amor cortés.
Este amor cortés tiene sus expresiones, las expresiones de la cortesía. Son los poemas de los trovadores (Francia sur-provenzal), los poetas troubadours (norte de Francia) y la mine (equivalentes pero en alemán).
El amor cortés es un fenómeno básicamente literario. Pero hay excepciones: por ejemplo, los tratados. Son pocos pero importantes. De amore, de Andreas Capellanus, fue escrito en el siglo XII. Es un tratado sobre el amor culto situado en la tradición antigua y concretamente en el De amore de Ovidio.
En ningún sitio puede encontrarse una definición concreta de amor. Encontramos ideas que pueden coincidir e ideas que no coinciden. Son conscientes de que existen otros tipos de amor distintos (carnal, espiritual o platónico, amor obligado, amor de favor libremente consentido, el buen amor, el loco amor,…)
Sin embargo, hay una serie de criterios, elementos, que han de estar presentes en el amor cortés: cortesía (no hay amor cortés sin cortesía), se dirige a la dama o al caballero (no a cualquiera), el amor siempre es servicio y, por último, el amor no se confunde con el matrimonio.
Para vivir el amor cortés es necesaria la curialitas (cortesía). Alguien que, por ejemplo, actúa con malas formas al sentarse en la mesa no es capaz de amor. Tampoco lo es quien pega a su mujer. En cualquier caso alguien así sería capaz de un amor propio del villano, que se juntan como bestias.
La dama (o en su caso el caballero, aunque es menos común) no es una mujer real, sino ideal. Es un estereotipo con una belleza ideal. En términos morales se considera mejor incluso a la dama que al hombre, ya que consigue que el hombre se supere, se haga mejor. Es la primera vez que se sitúa a la dama por encima del hombre.
El amor implica la idea de servicio, de subordinación. El caballero debe ser casto (en el sentido de «fiel», no en el sentido que más comúnmente se da hoy en día a la palabra) y servir a la dama en lo que quiera (en cierto sentido, pierde la identidad).
El amor cortés no es necesariamente adúltero. La relación entre amor y matrimonio varía según el género literario, según el poeta,… Para los trovadores provenzales, el amor excluye al matrimonio.
El amor natural es el de los padres a la esposa o a los hijos. El amor cortés es libre, generoso, no necesariamente exento de sexo, no necesariamente adúltero. En el Román el adulterio aparece raramente, el amor cortés conduce al matrimonio que es su culminación. Si aparece el adulterio, aparece como algo negativo, o bien casi como un derecho de la mujer y una necesidad en el caso de que tenga que superar un matrimonio desastroso.